miércoles, 21 de marzo de 2018


SOBRE ADRIÁN GUACARÁN Y CARORA

Sobre Adrián Guacarán y Carora. Pocos saben que el cantante venezolano, que falleciera, por la ausencia de medicamentos (una muestra más de la debacle que vive –padece–  el país, como consecuencia del gobierno integrado por peligrosos delincuentes que nos corroe, azota, y ha obligado a muchos, a irse del país) estuvo en Carora.  Si, efectivamente, el otrora niño prodigio que le cantara en alguna ocasión, al hoy Santo Juan Pablo II estuvo en Carora, hasta visitó la casa de Mama Goya, donde actualmente, habita Jesús Manuel Meléndez, hijo de mi Luis Alberto Meléndez. El señor Williams López, un bohemio empedernido, de noble corazón, de espíritu pueril, a quien Raquelita y yo, le debemos habernos sacado ( invitado) a muchos actos o actividades, que, por diversas razones, Raquelita y yo, no podíamos costearnos. En fin, un sábado, al mediodía, Williams López, llevó a Adrián Guacarán a casa de Mama Goya, y en la misma se encontraban mi padre –el Viejo Polo– y Goyito. En su oportunidad, Polito me contó los hechos, y como él  proviene de una cultura ancestral muy religiosa, me advirtió que ese fue uno de los días más sublimes jamás vivido por él: haber conocido personalmente "al niño que le cantó al su Santidad Juan Pablo II". Tiempo después, el mismo Williams López, me corroboró la anécdota que hoy traigo a colación, debido al lamentable deceso de Adrián Guacarán. "Tú padre se emocionó muchísimo, le dio un gran abrazo a Adrián Guacarán, y tu madre ese día nos dio café, jugo y panes...". Sin entrar en detalles religiosos, siempre le agradecí ese noble gesto a Williams López, de llevar a ese artífice de la música a mí casa, para que mis viejos los conociera en persona. Tengo entendido, que permaneció tres días en Carora, presentándose en el otrora Centro Social y Deportivo de Pueblo Aparte (lugar donde también acudió el cantante Oswaldo Morales, el de los éxitos de "Cinco Centavitos", "Perdámonos", en 1986, el cual tuve la ventura de estar presente en dicha actuación: verlo en su silla de ruedas, escuchar su voz inconfundible, sí, Oswaldo Morales, quien es considerado uno de los Maestros que profesó apoyo al solista José Luis Rodríguez. Williams López, nos llevó a Raquelita y a mí a su casa, y él –Oswaldo Morales–  nos mostró los reconocimientos que había recibido durante sus años de gloria, fotografías...Pese al tiempo transcurrido, 1985/1986, mantengo intactos en mi memorias esos momentos inolvidables...), observando, aprendiendo parte de la Carora, histórica y costumbrista, que ha ido desapareciendo, por las malas políticas de los gobernantes locales de turno. Adrián Guacarán muere joven, a la edad de 44 años. Fue utilizado y olvidado por el Estado. Murió a la misma edad que Francis Scott Key Fitzgerald, escritor estadounidense, autor entre otros cuentos, de El curioso caso de Benjamín Button, cuya obra fue reconocida ampliamente después de su muerte. Así pasará, seguramente, con Adrián Guacarán, y el mismo gobierno, que no hizo nada, para ayudarlo en su penosa enfermedad, le pondrá su nombre a algún boulevard de Caracas, o, a una plazoleta del barrio que lo vio nacer, le colocarán una placa, de bronce, y en la misma, los transeúntes, leerán: "En homenaje a Adrián Guacarán, el Niño venezolano que le cantó al Papa Su Santidad Juan Pablo II".

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